LOS PASOS DE LA RIQUEZA: SÉPTIMO PASO

MENTALICE REPETIDAS VECES

Ahora comience a usar los mejores métodos para imprimir con fuerza irresistible su mensaje en el subconsciente. Recuerde que todo lo que su subconsciente acepta como verdadero, lo ejecuta. Este es el principio mental del Poder Interior.
Un método simple e infalible de grabar poderosamente el pedido en el subconsciente es la repetición.

Jesús fue uno de los que dijeron que este método nunca falla, al afirmar:
“Golpead, golpead, y se os abrirá”. Por lo tanto, no puede fallar.
Además la sabiduría popular comprueba también la veracidad de esta afirmación. Existe un proverbio que dice así: “Hasta una mentira repetida muchas veces se transforma en verdad”.
Existe otro axioma de la sabiduría humana, que también confirma esta verdad: “El agua que cae sobre la piedra acaba por horadarla”.
Y para que usted se convenza de que, si mentaliza lo que quiere alcanzar, e insiste, y repite, y continua, y persiste siempre lo obtiene, le voy a citar otra sabia verdad del conocimiento de los grandes maestros: “Quien espera, siempre alcanza”.
El apóstol Pablo también proclamó esta verdad en una de sus cartas.
Toda persona que crea que ha de recibir, recibirá. Por más difícil o imposible que sea, recibirá.

-¿Cómo debo hacer?- preguntara usted ahora.
Cree una frase, o un pensamiento, o una imagen, o una oración, o una jaculatoria, o una palabra, que signifique exactamente el contenido de su pedido, y repítalo muchas veces en el día. A fuerza de repetirlo, usted terminara creyendo en esa realidad, lo que es excelente; además, la repetición hará que usted impregne su subconsciente con ese mensaje. El subconsciente, saturado de esa verdad, la realizara inmediatamente.

Hágalo de esta manera. Usted lo obtendrá sin duda alguna. Aun en el caso de que su fe no sea firme. Si, usted lo conseguirá.

LAURO TREVISAN.
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LOS PASOS DE LA RIQUEZA: SEXTO PASO

PIDA AQUELLO QUE DESEA ARDIENTEMENTE.

Ponga en la lista de sus pedidos todo lo que realmente desea, con voluntad de hierro. Pida lo que desea ardientemente.
No tiene ninguna fuerza interior un pedido vago, indefinido, que usted ni siquiera tiene seguridad de desear o no.
Pedido de esa manera es como el caso de aquella señora que hacia un café tan flojo, pero tan flojo, que no tenia fuerza ni para salir de la cafetera.

Si usted hoy mentaliza un viaje a Europa, y mañana ya no quiere viajar, pasado mañana se entusiasma de nuevo con el viaje, así, en ese vaivén, no es posible.
Si usted dirige a su caballo hacia delante, después hacia atrás, después hacia delante, en seguida hacia atrás, terminara por no salir del mismo lugar.
Pida cuando su pedido es accionado por una necesidad urgente o por un inmenso placer. En este caso, su pedido tiene una fuerte carga de energía y busca rápidamente su materialización.

LAURO TREVISAN.

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LOS PASOS DE LA RIQUEZA: QUINTO PASO.

ESPECIFIQUE EN LA MENTE LO QUE DESEA

El gran mal que empobrece a la humanidad es que no son muchas las personas que saben lo que quieren.
Si no sabe lo que quiere, su mente estará a la deriva.
Quien no siembra no recoge.
¿Qué es lo que usted desea alcanzar actualmente?
Responda ahora mismo. No titubee.
Sepa lo que desea conseguir. Especifique. Cree, con detalles, esta imagen en su mente. Vibre de alegría. Mantenga vivida en la mente, con fe, esa imagen. Agradezca desde ahora. Así es y así será.

Recuerdo ahora un chiste que acostumbro contar al tratar este tema, en las charlas sobre la riqueza: un colegio de monjas tenía dos papagayas. En lugar de enseñarles a decir tonterías, como lo hace tanta gente, las hermanas les enseñaron a rezar el rosario. Tiempo después, el vicario de aquella parroquia recibió como regalo un papagayo.
Como no tenia tiempo de cuidar al animalito, debido a sus innumerables actividades fuera de la casa, resolvió ofrecer el papagayo a las hermanas del Colegio. Se lo llevó a la superiora del Colegio, quien estuvo de acuerdo inmediatamente y l dijo:
-Cómo no, ahora mismo vamos a poner al papagayo junto con las dos papagayas.
Cuando una de ellas vio al papagayo, le dijo a su compañera: “Puedo dejar de rezar el rosario, pues ya conseguí mi gracia”.

Fíjese, hasta la papagaya sabia bien lo que quería.
Especifique en su mente lo que desea alcanzar. No se preocupe por como lo lograra. Esta es la parte de Dios. Haga su parte y Dios hará la de Él, que es dar. Al Poder Infinito y a la Sabiduría Infinita de su subconsciente les corresponde encontrar los medios, el camino, la manera para que ese bien llegue a usted. Los caminos son incontables.

En su mente consciente no sucederá ni una milésima parte de las posibilidades. No necesita imaginar, por lo tanto, como llegara a usted el automóvil, o como conseguirá la casa. Mentalice el automóvil, la casa, como si ya fueran suyos. Y así será.

LAURO TREVISAN.
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LOS PASOS DE LA RIQUEZA. CUARTA PARTE

MENTALICE LO QUE QUIERE Y NO LO QUE NO QUIERE

Existen muchas personas que viven con la mente ocupada pensando solamente en lo que no quieren.
Si yo les preguntara:
-¿Qué es lo que usted quiere obtener?
Responderían:
-Mire, yo no quiero ser infeliz, no quiero ser tímido, no quiero vivir solamente con el salario mínimo, no quiero pasar necesidades…

Le pido que de ahora en adelante, usted haga sus oraciones y mentalizaciones en forma de afirmación positiva.
Diga lo que desea y no lo que no desea.
Existen, en realidad, dos formas de rezar: la positiva y la negativa. Son dos maneras validas y usuales. Pero no le recomiendo oraciones de contenido negativo y sufrido, por que le crearan imágenes negativas y sufridas. Busque expresarse de manera positiva, directa, diciendo claramente lo que quiere obtener e imagine que ya lo ha obtenido. De esta manera lo enseñó Jesús.
El simple ejercicio de formar en la mente el contenido positivo de su mentalización es altamente beneficioso, porque lo obliga a saber con precisión que es lo que usted desea.
Y esto es esencial para alcanzarlo.

Por ejemplo, si usted está pasando hambre, no rece para no pasar mas hambre, sino pida directamente el pan de cada día, como lo enseñó Jesús en el Padrenuestro.

LAURO TREVISAN. Leer más... Leer más...