viernes, 7 de enero de 2011

LOS PASOS DE LA RIQUEZA: DECIMO PASO. *FIN*

Si todo va a suceder muy bien, en el momento preciso, sólo le resta agradecer al Poder Divino, al Padre Celestial, a la Presencia Infinita, a la Fuerza Superior.
El método para agradecer todo lo pedido, después de formularlo mentalmente, es maravilloso, oportuno e importante, porque el agradecimiento es un poderoso refuerzo de su fe. Cada vez que usted agradece anticipadamente se está conscientizando de que así es y así será.

Todo lo que usted crea en la mente ya ha comenzado a existir. Es una realidad mental tan verdadera como la realidad física. Por lo tanto, el agradecimiento está dentro de la lógica correcta. Como toda realidad mental encierra en si misma la realidad física, su agradecimiento por la obtención de la realidad física tiene un fundamente objetivo.
Pida y agradezca.
Además, su gesto de agradecimiento revela sensibilidad interior, bondad, reconocimiento de la existencia de un Poder Maravilloso, por el cual se siente agradecido y feliz. La oración mas linda de agradecimiento anticipado que yo conozco, fue pronunciado por Jesús.

Cuando Él llegó a la pequeña ciudad de Betania, cerca de Jerusalén, fueron a su encuentro Marta y Maria, llorando la muerte de su hermano Lázaro. Jesús también lloró, tan grande era el amor que lo unía a Lázaro. Pidió que lo llevasen hasta la sepultura de su amigo.
En aquel tiempo, las personas ricas tenían su sepultura cavada en la roca y cerrada por una gran piedra. Jesús mando que retirasen la piedra.
Ahí estaba Lázaro muerto, sepultado hacia cuatro días, y Jesús, ante él, hizo la siguiente oración: “Gracias te doy, oh Padre, porque me atendiste; bien sabia yo que siempre me atiendes, pero por causa del pueblo a mi alrededor es que lo dije, para que tengan fe en que tú me enviaste”. (Juan 11, 42.).

“Gracias te doy, oh Padre, porque me atendiste”, dijo Jesús. Es que Él iba a resucitar a Lázaro; como para Jesús, su pensamiento ya significaba la propia realidad, no hizo nada mas que agradecer la resurrección que se había producido, por el momento solo en su mente. Para Jesús, la fe ya era la seguridad absoluta de la propia realidad. Solo después de esta oración de agradecimiento por la resurrección de su amigo, Él se volvió hacia Lázaro y habló con voz fuerte: “¡Lázaro, sal fuera!”.

Y Lázaro volvió de la muerte, para su alegría y para la alegría de todos.
Así debe hacer usted también. Pida y agradezca ya por haber recibido. Y recibirá.

LAURO TREVISAN. – USTED TIENE EL PODER DE ALCANZAR LAS RIQUEZAS.

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