Una de las cosas que mas atormentan a las personas que necesitan alcanzar algún objetivo es el miedo a no ser atendidas en el momento preciso.
Mentalizan, piden, imploran y se intranquilizan con solo pensar que no lo recibirán hasta el día en que lo necesitan.
Por ejemplo, si usted tiene una deuda para pagar el día treinta de tal mes, y le falta el dinero, usted reza, pide el valor necesario, implora, mentaliza, se visualiza firmando el cheque y pagando, pero a medida que se va aproximando la fecha, usted entra en pánico. Entrar en pánico significa falta de fe, y falta de fe significa que usted no cree que recibirá esa cantidad en el plazo deseado. Como los pensamientos en los que se cree, buenos o malos, favorables o perjudiciales, se realizan, se producirá el resultado negativo de su mentalización.
Ahora, preste atención. No se atemorice por el tiempo. Se va a producir en el momento preciso, porque Dios nunca falla ni se atrasa.
Si el día se esta acercando y usted todavía no recibió el dinero, siga feliz, tranquilo, lleno de fe, porque el tesoro de Dios es infinito y brota en abundancia. No lo dude. Va a suceder. Continúe mentalizando y agradeciendo. No permita que entren duda y miedos en su cabeza. Retome de inmediato la mentalización, cálmese, y mantenga en la mente el pensamiento positivo.
Si su hijo tuviese una deuda que pagar y le pidiese el dinero para tal fin, dado que usted tiene dinero de sobra, ¿se negaría a ayudarlo? ¿Y como puede imaginarse que Dios no lo ayudara?
-¿Cuál es el padre –dijo Jesús- que, habiéndole pedido el hijo un pez, le dará una serpiente?... sui vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, cuanto mas vuestro Padre Celestial no dará cosas buenas a todos los que las pidieren.
Por lo tanto, va a suceder en el momento preciso.
Cierto día, un mestizo me dijo: “Cuando Dios se atrasa es porque viene por el atajo, ¿usted lo sabia?”.
He aquí una sabiduría trascendental. Aprenda del mestizo y deje de temblar.
Todo va a suceder en el momento preciso.
La Biblia dice: “Haced vuestra obra antes del tiempo fijado, y en el día fijado El os dará vuestra recompensa”. (Ec. 51)
LAURO TREVISAN
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